
Una controvertida prueba para "leer la mente" de supuestos delincuentes gana popularidad en India y podría expandirse a Sudamérica.
El progreso de BEOS, un método que podría proporcionar evidencia de culpabilidad o inocencia a través de la exploración cerebral, genera inquietud entre investigadores y especialistas.
El desarrollo de un sistema forense polémico que busca ‘leer’ la mente de sospechosos para establecer su culpabilidad o inocencia ha generado preocupación en la comunidad científica. La metodología de esta prueba es poco clara y se basa en teorías que fueron rechazadas hace décadas. No obstante, cada vez más autoridades en India y Pakistán están considerando estos resultados como parte de sus procesos judiciales, según un reciente análisis. Además, existen planes para llevar este sistema a Sudamérica y otras regiones del mundo.
El sistema, conocido como BEOS (firma de oscilación eléctrica cerebral, por sus siglas en inglés), sostiene que puede extraer de manera no invasiva una ‘señal’ que permanece en el cerebro después de experiencias significativas. Esta técnica se asemeja al funcionamiento de un polígrafo, donde el cuerpo responde a preguntas específicas, revelando así una posible mentira. En la práctica, el BEOS aplica electrodos al cuero cabelludo del testigo, mientras un software examina su actividad cerebral al escuchar declaraciones específicas. Por ejemplo, un experto podría preguntar “yo sostuve el arma” y observar la reacción del sospechoso. De acuerdo a la teoría, si el individuo tuvo alguna relación con el crimen, su respuesta emocional activará una reacción detectable en su cerebro.
Sin embargo, este método ha enfrentado un amplio rechazo en los sistemas judiciales a nivel global. Los pocos estudios realizados sobre BEOS y la calidad deficiente de sus publicaciones dificultan su aceptación como prueba en un juicio. La falta de estándares confiables plantea serias dudas sobre su uso legal, algo que varios críticos consideran casi orwelliano.
A pesar de las controversias, se ha informado que en India se ha utilizado el BEOS en al menos 700 casos desde el año 2000. Esta tecnología es controlada por la empresa Axxonet, lo que añade una capa de preocupaciones sobre su implementación. La situación se agrava debido a los recientes anuncios del gobierno indio, que ha expresado su intención de modernizar su sistema judicial utilizando técnicas avanzadas.
También ha surgido información sobre planes para exportar las tecnologías de Axxonet a otros países. En los últimos años, científicos forenses indios han promovido el BEOS en conferencias dirigidas a funcionarios de diversas naciones en América del Sur, África y Asia, con algunos países ya en proceso de adquirir el equipo necesario.
Además, los resultados de las pruebas realizadas con BEOS están teniendo un impacto en las decisiones judiciales, incluso cuando el método aún no ha sido aceptado formalmente como evidencia en los tribunales. El impulso directo para promocionar el BEOS parece estar minimizando las críticas hacia su fiabilidad.
En un caso notable de 2008, BEOS fue fundamental para condenar a un individuo a cadena perpetua por asesinato en India. Henry Greely, bioético de la Facultad de Derecho de Stanford, expresó que “seguimos en busca de una solución mágica y tecnológica para la detección de mentiras. Tal vez lo logremos algún día, pero debemos exigir los más altos estándares de prueba para no arruinar vidas basándonos en su aplicación”.