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Los trabajadores jóvenes adoptan la inteligencia artificial para optimizar su tiempo, mientras que sus jefes permanecen escépticos respecto a la tecnología.

Los trabajadores desean que la inteligencia artificial se encargue de las tareas monótonas, pero no que reemplace la toma de decisiones humanas.

Un informe reciente revela que casi la mitad de los empleados de la Generación Z opinan que sus jefes no comprenden los verdaderos beneficios de la inteligencia artificial (IA) en el entorno laboral. Según un estudio realizado por UKG y Harris Poll, el 49% de los trabajadores de esta generación siente que hay una desconexión entre ellos, que frecuentemente se educan a sí mismos sobre el uso de herramientas de IA, y los líderes de mayor edad, que a menudo muestran resistencia o incertidumbre ante la implementación de estas tecnologías innovadoras.

Los resultados indican que, si bien existe un consenso en que la IA debe ser una herramienta de apoyo y no un sustituto humano, la forma y rapidez de su adopción es un tema de debate. Un 89% de los encuestados afirma que la IA debería ser utilizada para facilitar tareas y no para desempeñar roles completos. Este punto de vista se mantiene constante en todo tipo de organizaciones, desde startups hasta grandes corporaciones.

Un 70% de los empleados de la Generación Z se siente confiado en su capacidad para usar herramientas de IA, mientras que solo el 40% de los trabajadores de la generación Boomers comparte esa misma autoeficacia. Además, el 90% de la Generación Z cree que la IA les permitirá recuperar hasta 89 minutos de su jornada laboral.

Entre las tareas que están dispuestos a delegar a la inteligencia artificial se encuentran la elaboración de políticas de la empresa, la creación de horarios, la verificación de nóminas y la gestión de solicitudes de tiempo libre. Sin embargo, actividades que requieren empatía, discreción o juicio complejo no son vistas como apropiadas para ser automatizadas. La idea general es que la IA debería encargarse de las partes repetitivas y tediosas del trabajo, permitiendo a las personas concentrarse en lo más significativo.

Expertos advierten que, aunque la Generación Z está liderando la adopción de la IA en el trabajo, las capacidades transformadoras de esta tecnología benefician a todos los grupos generacionales. La IA tiene el potencial de simplificar y automatizar tareas cotidianas, aumentar la productividad y liberar tiempo para la creatividad y la innovación. Actuar rápidamente sobre el potencial de la IA puede ofrecer una ventaja competitiva significativa para las organizaciones.