
Con el aumento del impulso en defensa, el Fondo de Innovación de la OTAN renueva su equipo de inversiones.
El Fondo de Innovación de la OTAN (NIF) comienza una nueva etapa, caracterizada por la incorporación de dos nuevos socios y la salida de uno de sus socios fundadores.
Después de conseguir $1 mil millones en compromisos de más de 20 naciones, el Fondo de Innovación de la OTAN (NIF) se encuentra en una nueva etapa con la incorporación de dos nuevos socios y la salida de uno de los miembros iniciales del equipo. En un contexto donde se ha incrementado el gasto militar entre los países miembros de la OTAN, las inversiones en tecnología de uso dual han crecido significativamente desde el lanzamiento de esta iniciativa en 2021. El sector, que antes era considerado poco atractivo para los inversores institucionales, alcanzó el año pasado un récord del 10% de toda la financiación de capital de riesgo en Europa, donde se encuentran casi todos los patrocinadores del NIF. Aunque se esperaría que este auge beneficiara al fondo, este enfrentó desafíos en su gestión y varias renuncias notables.
Tras la reafirmación de su relevancia en la Cumbre de la OTAN de 2025 en La Haya, el NIF se presenta con un equipo de inversión casi completamente renovado. Originalmente compuesto por cuatro socios y un socio gerente, ahora cuenta con tres socios. Fuentes cercanas indicaron que esta estructura plana se mantendrá en el futuro cercano. Entre los nuevos socios se encuentran Ulrich Quay y Sander Verbrugge, quienes tendrán su base en Ámsterdam. Quay, ciudadano alemán, era el responsable de inversiones corporativas en BMW y anteriormente fundó el fondo de capital de riesgo BMW i Ventures. Por su parte, Verbrugge, que tiene un doctorado en biofísica molecular, fue socio en el fondo de capital de riesgo Innovation Industries, tras su paso por la empresa de fabricación de semiconductores NXP. El tercer socio es Patrick Schneider-Sikorsky, de Londres, quien es el único miembro que queda del equipo original de inversión.
Además de los nuevos miembros, se confirmó la salida de Kelly Chen, quien también fue socia fundadora y dejó el NIF para emprender un nuevo proyecto. Otro socio fundador, Chris O’Connor, abandonó el fondo a principios de este año con planes similares. Chen, aunque aún está en consejo de varias startups respaldadas por NIF, planea transferir sus responsabilidades de junta una vez que termine su relación laboral con el fondo.
A pesar de que algunos analistas consideran que el fondo no ha desplegado capital de forma suficientemente rápida, se asegura que el NIF está cumpliendo con sus metas de inversión para el año. Desde su creación, el NIF ha realizado 19 inversiones, de las cuales siete fueron en fondos como OTB Ventures y 12 en startups incluyendo Space Forge y Tekever, que se especializa en drones de uso dual.
Aunque la adición de socios con experiencia industrial y científica es positiva, algunos críticos han expresado su deseo de que el fondo invirtiera en Ucrania o en defensa pura, en lugar de solo en uso dual, dado el contexto de la economía bélica rusa. No obstante, el enfoque principal del NIF es "potencializar a los fundadores de deep tech para abordar los retos en defensa, seguridad y resiliencia".
El NIF también ha intensificado sus acciones en el ámbito de la defensa, participando activamente en el desarrollo del Plan de Acción de Adopción Rápida de la OTAN, que busca acelerar la integración de nuevos productos tecnológicos militares. Adicionalmente, están formando su Grupo de Plataforma de Misión mediante contrataciones estratégicas, como la de John Ridge, quien se unió como director de adopción en 2024 para facilitar el proceso de adquisiciones militares a las startups del portafolio.
Los nuevos socios fueron reclutados mediante un proceso que ha sido comparado con "la construcción de una banda juvenil" y no se formaron basándose en la historia o química entre ellos. Este método es considerado necesario para una organización que actualmente cuenta con 24 países como socios limitados. Sin embargo, esta estrategia fue vista como una de las razones por las cuales el equipo anterior no funcionó adecuadamente. En esta ocasión, los tres socios tuvieron la oportunidad de conocerse durante el proceso de reclutamiento para garantizar una transición fluida y posicionar al equipo para un éxito a largo plazo.
La vice presidenta del NIF, Fiona Murray, ha comparado a la organización con una startup, resaltando el orgullo por los logros alcanzados y la voluntad de aprender y mejorar constantemente. Destacó la importancia de contar con un equipo calificado capaz de colaborar rápida y efectivamente para impulsar la agenda tecnológica de la Alianza y apoyar a los mejores fundadores en los ecosistemas europeos.
En este nuevo capítulo del NIF, se prevé un enfoque renovado en oportunidades en defensa y resiliencia, así como un compromiso por construir empresas que promuevan un escalado industrial y fomenten ecosistemas en toda Europa.