
Este es el regreso de Commodore que los fans han estado esperando, aunque las probabilidades siguen en contra.
Tras años de mala gestión y asociaciones de productos dudosas, la marca de computadoras de los años 80 regresa con un entusiasta al mando. Sin embargo, surge la duda de si el interés por los videojuegos retro es lo suficientemente fuerte como para garantizar su éxito.
Commodore fue un gigante de la computación en los años 80 y 90, pero en 1994 se desmoronó debido a una gestión ineficaz y errores de estrategia. A lo largo de los años, la marca sufrió múltiples reanimaciones, a menudo asociándose con productos poco destacados, lo que llevó a los aficionados a cuestionar si realmente había lugar para Commodore en la actualidad.
El auge de Commodore surgió inicialmente de su producción de máquinas de escribir y calculadoras, pero su apogeo se dio con el lanzamiento del Commodore 64. Este ordenador se convirtió en un fenómeno por su relación calidad-precio, ofreciendo gráficos potentes y un chip de sonido sobresaliente que estimuló la creatividad. Durante su trayectoria, se lanzaron más de 5,000 juegos comerciales y se vendieron más de 15 millones de unidades, lo que lo convierte en uno de los modelos más vendidos de la historia.
Christian “Perifractic” Simpson, un youtuber especializado en juegos retro, ha expresado su interés por revivir la marca. Su plan original era trabajar con los propietarios de la marca para desarrollar componentes “oficiales”. Sin embargo, la situación cambió y logró adquirir Commodore por una suma de “siete cifras bajas”, convirtiéndose en el CEO. Aunque su intención es revitalizar la compañía de manera sostenible, se enfrenta a varios desafíos debido a la dispersión de los derechos y marcas de Commodore.
La nueva dirección de Simpson se encuentra en un delicado equilibrio, buscando no alienar a los seguidores de la marca y a la vez colaborar con otros poseedores de derechos relacionados. Para ser rentable, Commodore necesitará atraer a un público más amplio, y su enfoque inicial se centra en la nostalgia por el Commodore 64 y la era dorada de la computación.
El nuevo sitio web de Commodore se presenta como una marca que promueve el “desintoxicante digital”, evocando la optimización tecnológica de las décadas de 1980 y 1990. A pesar de su enfoque nostálgico, la compañía también aspira a ser innovadora con productos que fusionan la autenticidad del pasado con la modernidad.
El primer producto lanzado es el Commodore 64 Ultimate, que incluye diferentes ediciones, desde una versión lujosa a una que replica el diseño original. Sin embargo, algunos críticos sugieren que este nuevo modelo es simplemente una amalgama de productos existentes, aunque el creador del Ultimate64 defiende que se trata de un esfuerzo conjunto para ofrecer un paquete coherente.
No obstante, el éxito de este nuevo Commodore dependerá de mucho más que nostalgia, ya que el mercado de los dispositivos retro puede ser volátil. Muchos productos terminan acumulando polvo después de unas pocas semanas y, además, la falta de títulos de videojuegos icónicos también plantea un desafío considerable para revivir la marca.
Simpson imagina una familia unida de máquinas Commodore, centrándose en construir una comunidad y actuar como un curador de proyectos de calidad. Sin embargo, los inversores podrían tener otra perspectiva si no se generan ingresos sustanciales rápidamente. Además, existe el riesgo de que la marca vuelva a caer en la mediocridad, creando productos irrelevantes.
Aunque las probabilidades no son del todo favorables, esta vez el renacer de Commodore parece impulsado por una genuina pasión. Los seguidores aún albergan la esperanza de que esta revitalización sea la clave para devolver a Commodore a la relevancia cultural.