
El movimiento Stop Killing Games alcanza un importante logro en la preservación de videojuegos.
El movimiento Stop Killing Games alcanza un importante hito en su esfuerzo por proteger los juegos en línea tras haber sido clausurado.
La iniciativa de los consumidores conocida como Stop Killing Games ha logrado un hito significativo en su intento de impedir que las editoras eliminen permanentemente juegos en línea tras finalizar sus servicios. Recientemente, esta propuesta consiguió superar el umbral de un millón de firmas necesarias para ser presentada ante la Comisión Europea, lo que podría impulsar la creación de legislación en este sentido.
El movimiento Stop Killing Games fue fundado por el creador de contenido Ross Scott, motivado por la desconexión del juego The Crew de Ubisoft en 2024. Este juego, que requería una conexión continua, se volvió inutilizable para los jugadores que lo adquirieron una vez que se cerraron sus servidores oficiales. En respuesta, Scott lanzó una campaña que busca establecer requisitos para que los editores conviertan sus juegos en un estado jugable incluso después de cancelar el soporte. Entre las propuestas se incluyen la implementación de un modo offline y permitir a los jugadores la capacidad de gestionar servidores privados.
El objetivo principal de esta iniciativa es eliminar el poder de las editoras para desactivar juegos de forma remota, lo cual obstaculiza la preservación de estas obras. Además, se señala la naturaleza engañosa de comprar un producto que, en realidad, se asemeja más a una licencia con fecha de caducidad oculta. Al alcanzar el millón de firmas, la petición será revisada por la Comisión Europea, con la esperanza de que se obtenga la atención necesaria para instaurar nuevas leyes que obliguen a las editoras a proporcionar alternativas para continuar jugando sus títulos una vez que el soporte oficial haya finalizado.
Es importante mencionar que, aunque la iniciativa ha tenido éxito en la unión europea, aquellos que se encuentran en América no pueden firmar para mostrar su apoyo. Sin embargo, la aprobación de esta medida podría beneficiar a los jugadores de todo el mundo, dado que, de implementarse requisitos como un modo offline o servidores privados en la UE, no habría razón para que no se aplicaran globalmente. Con el aumento de juegos que requieren conexión en línea, el problema solo se agudizará en el futuro.