
La revolución del testing de penetración en ciberseguridad gracias a la inteligencia artificial.
Las empresas de tecnología financiera se enfrentan a una nueva ola de amenazas cibernéticas impulsadas por la inteligencia artificial, que incluyen fraudes mediante deepfakes, explotaciones de API y fallos lógicos.
Las transformaciones rápidas en ciberseguridad han sido anticipadas desde hace tiempo, pero el ritmo actual es notablemente acelerado. En el último año, las empresas del Reino Unido han enfrentado alrededor de 7.78 millones de delitos cibernéticos de diversas índoles. Esta impactante cifra revela una realidad urgente: a medida que las organizaciones lidian con arquitecturas de red cada vez más complejas y tecnologías interconectadas, es imperativo adoptar estrategias que no solo respondan a los desafíos presentes, sino que también prevean los futuros.
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el ámbito de la ciberseguridad, y las pruebas de penetración (pentesting) no son una excepción. La forma en que se evalúan, fortalecen y validan las defensas de una organización está cambiando rápidamente. Para muchos de nosotros en este ámbito, este cambio no solo es bienvenido, sino que ha llegado tarde.
Tradicionalmente, las pruebas de penetración se han basado en evaluaciones manuales para identificar debilidades en la seguridad. Estas evaluaciones eran ejercicios esporádicos, limitados en su alcance, cuyos resultados se entregaban días o incluso semanas después de la prueba. Mientras los defensores aguardaban los resultados de las pruebas programadas, los atacantes continuaban con sus actividades. Los adversarios de hoy no se rigen por calendarios; se automatizan, se adaptan rápidamente y aprovechan las oportunidades en el momento que se presentan. Aquí es donde la IA está marcando una diferencia significativa, no al eliminar el componente humano, sino al mejorarlo.
Uno de los cambios más destacados es el movimiento desde pruebas periódicas hacia una evaluación continua. Las empresas no pueden permitirse esperar meses entre pruebas para descubrir sus vulnerabilidades. A través de plataformas potenciadas con IA, las organizaciones obtienen información en tiempo real, lo que les permite adelantarse a las amenazas. Las pruebas continuas no solo identifican vulnerabilidades a tiempo, sino que también validan las soluciones implementadas y apoyan una postura de seguridad más adaptable.
Otra tendencia significativa es el aumento del Pentesting como Servicio (PTaaS), donde las empresas pueden acceder a servicios de pruebas de penetración a demanda mediante modelos de suscripción. Este servicio ofrece flexibilidad y escalabilidad, facilitando el acceso a pruebas de penetración para organizaciones que buscan fortalecer su seguridad. Este cambio es relevante, dado que en 2024 solo el 8% de las organizaciones en el Reino Unido habían realizado pruebas de penetración, indicando una gran brecha en las prácticas de seguridad proactiva que el PTaaS intenta cerrar.
Con la creciente migración hacia el almacenamiento en la nube, las prácticas de pentesting deben evolucionar para cubrir infraestructuras en la nube. El futuro implicará la integración de herramientas específicas para la nube, y los pentesters deberán adquirir habilidades en entornos híbridos para abordar vulnerabilidades tanto en sistemas on-premise como en la nube. Para 2024, un 43% de las organizaciones operaban en entornos híbridos, lo que resalta la necesidad de estrategias de pentesting que abarquen tanto las infraestructuras en la nube como las de TI tradicionales.
A pesar de la evolución hacia herramientas basadas en IA, la experiencia humana sigue siendo crucial. Ningún sistema, por avanzado que sea, puede replicar la intuición, curiosidad y pensamiento crítico que aportan los profesionales de seguridad con experiencia. La capacidad de pensar como un atacante, identificar fallas ocultas y comprender el contexto empresarial de una vulnerabilidad sigue siendo una fortaleza exclusiva del ser humano. La IA puede detectar patrones, pero la interpretación de matices permanece en manos de las personas. Cuando se trata de ofrecer asesoría estratégica y personalizada que se ajuste al apetito de riesgo y la realidad operativa de una empresa, los profesionales capacitados siguen siendo la mejor opción.
Además, los pentesters humanos juegan un papel fundamental en la capacitación y perfeccionamiento de las herramientas de IA. Proporcionan información del mundo real a estos sistemas, ayudándolos a comprender vectores de ataque complejos que van más allá de la lógica programada. La demanda de tales profesionales especializados es evidente, especialmente tras el nuevo programa "TechFirst" del gobierno del Reino Unido, valorado en £187 millones, diseñado para abordar la brecha de habilidades técnicas que afecta al 30% de las empresas cibernéticas.
De cara al futuro, los líderes deben adaptarse a estas tendencias en la seguridad ofensiva. Deben adoptar modelos de seguridad ágiles, donde las pruebas de penetración estén integradas en el ciclo de desarrollo, facilitando la detección temprana de vulnerabilidades. La combinación de servicios potenciados por IA y la experiencia humana no solo acelera las pruebas y reduce costos, sino que también mejora la cobertura. Además, priorizar las pruebas basadas en el riesgo asegurará que los recursos se dirijan a los activos más críticos.
A medida que las pruebas se conviertan en procesos más continuos y automatizados, la coordinación entre los equipos de desarrollo, seguridad y operaciones será fundamental para que las conclusiones se implementen rápida y eficazmente, cerrando vulnerabilidades antes de que puedan ser explotadas. La integración de la IA en las pruebas de penetración no es un capricho, sino una evolución necesaria que refleja un cambio más amplio en la ciberseguridad hacia estrategias más proactivas e inteligentes.
Mirando hacia adelante, los modelos de seguridad más efectivos serán aquellos que abracen la flexibilidad, inteligencia, automatización y colaboración humana, tanto dentro de las organizaciones como entre individuos y las tecnologías que emplean.