
El proyecto para enviar 'jardines' llenos de plantas al espacio.
La agricultura fuera del planeta ha sido considerada durante mucho tiempo como algo experimental, pero esto podría transformarse pronto gracias a una alianza entre la firma de diseño Heatherwick Studio y la organización sin fines de lucro Aurelia Institute, especializada en arquitectura espacial.
Un nuevo concepto de jardín espacial ha sido presentado en la Bienal de Venecia, Italia, con un modelo a escala que se asemeja a una cápsula de semillas en formación. Este proyecto, denominado Space Garden, busca enviar una versión a tamaño completo con plantas y semillas reales a la órbita terrestre baja en un plazo de entre cinco y siete años. La iniciativa tiene como objetivo imaginar un futuro donde la vida en el espacio sea más acogedora y verde. Ariel Ekblaw, CEO del Aurelia Institute, sostiene que a medida que las personas comiencen a viajar al espacio para trabajar, apreciarán la presencia de plantas y naturaleza en su entorno.
Históricamente, la agricultura en el espacio ha estado presente desde los años 70, cuando los cosmonautas rusos comenzaron a cultivar vegetales en el espacio, incluyendo cebollas. Desde entonces, otros han experimentado con diferentes especies, tales como el cress, tomates y zinnias. A pesar de las dificultades que presenta el cultivo en un ambiente espacial, los investigadores están realizando pruebas para entender la resiliencia de las plantas ante la radiación cósmica, las variaciones de temperatura y las condiciones atmosféricas que difieren de las de la Tierra.
El diseño del Space Garden busca implementar "especies heroicas" que conecten a los astronautas con la Tierra a través de su belleza y significado cultural. Esto podría incluir árboles pequeños como higueras o granados. Sin embargo, la investigación también ha descubierto que ciertas plantas, como tomates y lechugas, son más sensibles al entorno espacial.
El manejo de recursos, especialmente el agua, constituye un desafío fundamental para cultivar una cantidad significativa de plantas en el espacio. Además, se necesita más investigación para comprender cómo los viajes espaciales pueden afectar la composición genética de las plantas y su capacidad de crecimiento.
Aunque el modelo actual es solo para exhibición, sus creadores están buscando financiamiento para hacer realidad la versión funcional. Se espera que la reducción de costos para lanzar provisiones al espacio permita la viabilidad de proyectos como el Space Garden en el futuro, donde el transporte se asemeje a servicios de entrega terrestre.
Las opiniones sobre la practicidad del diseño varían, algunos sugieren que su complejidad puede presentar desafíos en términos de transporte y funcionalidad. Sin embargo, el impacto psicológico positivo de tener plantas junto a los astronautas es considerado valioso.
A medida que se desarrollen más investigaciones en horticultura espacial, la idea de un jardín en órbita podría convertirse en una experiencia enriquecedora para aquellos que pasan tiempo en el espacio, permitiendo la conexión con la naturaleza, incluso fuera de nuestro planeta.