Tesla solicita al Senado que proteja su creciente negocio de energía.
Si el Senado aprueba la medida con esos cambios, podría tener un impacto devastador en la división de energía de Tesla.
Tesla ha construido gran parte de su negocio gracias a regulaciones e incentivos gubernamentales, comenzando con un préstamo garantizado por el Departamento de Energía en 2009 y continuando con la venta de créditos regulatorios a otros fabricantes de automóviles, que han representado un tercio de sus 32 mil millones de dólares en ganancias desde 2012. Sin embargo, ahora su división de energía, que se ha mantenido como un punto positivo en medio de la caída de la demanda de sus vehículos eléctricos, enfrenta una nueva amenaza.
La semana pasada, los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes aprobaron un proyecto de ley de conciliación que busca deshacer gran parte de la Ley de Reducción de la Inflación, incluyendo los créditos fiscales para instalaciones solares residenciales y proyectos de energía limpia. Este proyecto de ley ahora está en manos del Senado. Si el Senado lo aprobara tal como está, podría tener un impacto devastador en la unidad de energía de Tesla, que generó 2.7 mil millones de dólares en ingresos en el primer trimestre, con un incremento del 67% en comparación con el año anterior.
El CEO Elon Musk ha declarado que su tiempo en el gobierno ha terminado, y Tesla ha comenzado a cabildear a los legisladores a través de X. En esta plataforma, Tesla Energy hizo un llamado a los republicanos del Senado, advirtiendo que "terminar abruptamente los créditos fiscales de energía amenazaría la independencia energética de América y la fiabilidad de nuestra red". En su comunicado, Tesla solicitó a la Cámara Alta que aprobara una legislación que contemplara un cierre gradual de los créditos 25D y 48e, asegurando así un despliegue continuo y rápido de más de 60 GW de capacidad por año para apoyar el crecimiento de la inteligencia artificial y la manufactura nacional.
Actualmente, los propietarios de viviendas pueden beneficiarse de créditos fiscales del 30% en nuevas instalaciones solares, y los desarrolladores de energía limpia generalmente tienen acceso a los mismos incentivos. Sin embargo, los republicanos de la Cámara desean eliminar estos créditos cuatro años antes de lo previsto y también exigen que los proyectos comiencen su construcción dentro de los 60 días posteriores a la aprobación del proyecto de ley. La eliminación de estas disposiciones podría arriesgar el despliegue de 60 gigavatios de capacidad anualmente, según lo indicado por Tesla, lo que afectaría el soporte para la inteligencia artificial y la manufactura nacional.
La administración Trump ha hecho de la "dominancia energética" una de sus principales prioridades, y un lento avance en el despliegue de energías renovables y limpias podría comprometer este objetivo. En el pasado año, el 93% de toda la nueva capacidad generadora en EE. UU. correspondió a energía limpia, principalmente solar y almacenamiento a gran escala. En el primer trimestre de este año, las energías renovables añadieron 7.4 gigavatios, marcando el segundo mejor inicio de año registrado. Las colas para nuevos turbinas de gas natural suelen extenderse por años, mientras que las granjas solares generalmente se completan en 18 meses.
Al igual que muchos instaladores de energía solar residencial, el negocio energético de Tesla depende en gran medida de los incentivos fiscales. Desde que los republicanos han priorizado la derogación de la Ley de Reducción de la Inflación, las acciones de las empresas solares en Estados Unidos han sufrido una fuerte caída. Este año, Enphase ha disminuido un 45%, Sunrun ha perdido un cuarto de su valor en acciones, y First Solar ha caído un 15%.
