
Las redes móviles reducen las emisiones de carbono como nunca antes, a pesar del aumento en el uso de datos, aunque persisten desafíos por delante.
Las emisiones continúan siendo el principal punto ciego de la industria móvil.
El sector de la telefonía móvil ha logrado reducir sus emisiones de carbono operativas en un 8% entre 2019 y 2023, según un reciente informe del GSMA. Este avance se produce a pesar del notable aumento en el tráfico de datos a nivel global, que se cuadruplicó en este período, y un incremento del 9% en las conexiones móviles. En contraste, las emisiones globales aumentaron un 4% en el mismo lapso, lo que subraya que aunque se han logrado progresos, el ritmo de mejora debe duplicarse para alinearse con los objetivos de cero emisiones netas para 2050.
“El sector móvil no está haciendo 'greenwashing' o 'greenwishing', sino que está actuando de manera ecológica”, afirmó Steven Moore, responsable de Acción Climática en el GSMA. A nivel geográfico, Europa, América del Norte y América Latina lideran la reducción de emisiones, con descensos del 56%, 44% y 36%, respectivamente, desde 2019. Por su parte, Asia y África están empezando a mostrar un mayor compromiso en este ámbito.
Un dato destacable proviene de China, el mayor mercado de telefonía móvil del mundo, donde las emisiones operativas cayeron un 4% en 2024, gracias a su base de más de mil millones de conexiones 5G. Sin embargo, el GSMA se muestra cauteloso ante los desafíos que se presentan en el camino hacia la sostenibilidad, indicando que la proyección de una disminución del 4.5% en las emisiones para 2024, aunque alentadora, está por debajo del 7.5% que se requiere anualmente hasta 2030.
Los esfuerzos por descarbonizar la industria son evidentes, con numerosos operadores implementando acciones concretas para mejorar la eficiencia energética. Estas medidas incluyen el cierre de redes antiguas y la reducción del uso de generadores diésel, a la vez que se adopta energía renovable, como la solar y el almacenamiento de baterías.
Un ámbito que necesita atención urgente son las emisiones de Alcance 3, que provienen de las cadenas de suministro y la fabricación, representando más de dos tercios de la huella de carbono del sector. Además, la circularidad está ganando protagonismo. Un 90% de los consumidores encuestados por el GSMA valoran la longevidad y reparabilidad de los dispositivos, y casi la mitad considera la compra de un teléfono reacondicionado. Dado que los dispositivos reacondicionados generan entre un 80% y un 90% menos de emisiones que los nuevos, esta tendencia podría contribuir significativamente a la reducción de emisiones, con el mercado de teléfonos de segunda mano proyectado para alcanzar los 150 mil millones de dólares en 2027.
No obstante, la capacidad de la industria para mantener esta tendencia positiva depende en gran medida del apoyo externo. “Para sostener este progreso, necesitamos un apoyo más amplio: mejor acceso a fuentes renovables, una mayor certeza política y una colaboración más fértil en todo el ecosistema”, concluyó Moore.