
¿Es justificable que una empresa de software espía "ético" proporcione su tecnología a ICE?
Análisis: Al presentarse como un proveedor de software espía ético, Paragon se ha expuesto al análisis de sus clientes gubernamentales.
Paragon, una empresa israelí de software espía que se presenta como un proveedor de vigilancia "ético", ha sido objeto de críticas tras el uso de sus herramientas por parte de Italia para espiar a dos periodistas. En respuesta a este incidente, Paragon decidió suspender su relación con Italia, convirtiéndose en la primera compañía de spyware en nombrar públicamente a un cliente debido al mal uso de sus productos.
Ahora, la empresa se enfrenta a un nuevo dilema ético: decidir si permitirá que agentes de ICE (Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU.) utilicen su spyware. Un contrato de un año, valorado en 2 millones de dólares, firmado en septiembre de 2024 con ICE, está siendo revisado y aún no ha entrado en vigor. Hasta el momento, Paragon ha indicado que no ha suministrado herramientas de spyware a las investigaciones de Seguridad Nacional de ICE.
Desde que asumió el cargo en enero, la administración de Trump ha autorizado a ICE a realizar redadas migratorias a gran escala en los EE. UU., lo que ha resultado en la detención de miles de migrantes y numerosos ciudadanos estadounidenses. Esto ha sido facilitado en parte por datos almacenados en bases de datos federales y utilizando tecnología proporcionada por el gigante tecnológico Palantir. Con la perspectiva de un presupuesto significativamente mayor para ICE, tras la aprobación de la Ley Big Beautiful Bill, el spyware podría convertirse en una herramienta de vigilancia poderosa en las operaciones de control migratorio del gobierno.
A medida que se acerca la expiración del contrato el 29 de septiembre, Paragon podría optar por no suministrar su tecnología a ICE, pero la aprobación del gobierno federal podría suceder en cualquier momento, lo que obligaría a Paragon a tomar una decisión sobre el uso de sus herramientas en el territorio estadounidense. Actualmente, la empresa prefiere no comentar sobre esta situación.
El contrato con ICE ha estado en pausa desde que se firmó, ya que el Departamento de Seguridad Nacional emitió una orden de pausa casi inmediata para revisar si el contrato cumplía con un decreto ejecutivo de la administración Biden. Este decreto prohíbe a las agencias del gobierno de EE. UU. el uso de spyware comercial que haya sido mal utilizado por gobiernos extranjeros para violar derechos humanos o para atacar a estadounidenses en el extranjero.
Han pasado nueve meses y el contrato de Paragon con ICE sigue en suspenso. Los funcionarios de la Casa Blanca de Trump no han proporcionado actualizaciones, y un portavoz de Seguridad Nacional y ICE no ofreció comentarios al ser consultado. Históricamente, las empresas de spyware han sido reacias a revelar la identidad de sus clientes por el temor a daños en su reputación o a perder contratos lucrativos. Tras revelaciones sobre hackers que atacaron a usuarios de WhatsApp, incluyendo a periodistas y disidentes de derechos humanos, Paragon intentó distanciarse de estos incidentes.
En declaraciones anteriores, el presidente ejecutivo de Paragon, John Fleming, afirmó que venden solo a "un grupo selecto de democracias globales, principalmente a los Estados Unidos y sus aliados". Esto sugiere que la empresa busca posicionarse como proveedor responsable. Sin embargo, al autoproclamarse como proveedor ético de spyware, Paragon ha asumido la responsabilidad de juzgar con quién se asocia, abriendo así la puerta a la crítica sobre la ética de sus clientes, sean estos el gobierno italiano o ICE. A medida que los gobiernos cambian, Paragon podría verse obligada a reevaluar con quién trabaja. Michael De Dora, gerente de defensa en EE. UU. de Access Now, expresó la esperanza de que Paragon reconsiderara su contrato dada la situación actual de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil.