
Inversión en energías limpias alcanza niveles récord y no muestra señales de desaceleración.
Las inversiones mundiales en energía limpia podrían alcanzar récords históricos en 2025, según un reciente informe de la AIE.
Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía revela que a nivel global se destinará casi el doble de inversión en energías limpias en comparación con los combustibles fósiles este año. Aunque la inversión en fósiles seguirá siendo considerable, alcanzando aproximadamente 1.15 billones de dólares, se espera que la cifra destinada a energías renovables llegue a 2.15 billones de dólares en 2025. Este panorama indica que la transición energética continúa avanzando sin señales de desaceleración.
Al analizar las tendencias de inversión, se observa que en la última década los fondos para combustibles fósiles se han mantenido relativamente estables, aunque con una ligera disminución. Hubo un aumento tras la caída que se produjo durante la pandemia, pero este año también muestra indicios de debilitamiento. Por otro lado, la inversión en energías limpias sigue una trayectoria positiva mucho más marcada, lo que sugiere un crecimiento constante.
Un análisis más detallado indica que la inversión en combustibles fósiles podría aumentar ligeramente en el futuro, según un modelo de ajuste polinómico. Sin embargo, el modelo aplicado a las cifras de energía limpia se ajusta mejor a los datos, lo que sugiere que, salvo un cambio drástico, es probable que la inversión en energías renovables siga aumentando el próximo año. La gran interrogante es si será suficiente para alcanzar la meta de neutralidad de carbono para 2050, que requiere una inversión anual promedio de 4.5 billones de dólares, el doble de lo que se destina este año.
A pesar de que el crecimiento exponencial de las energías limpias podría no ser eterno y es probable que se desacelere en los próximos años, el informe reciente sugiere que el objetivo establecido es alcanzable. Las tecnologías limpias se vuelven más económicas con el tiempo, lo cual las hace más accesibles. Se espera que el 85% del crecimiento de la demanda eléctrica en los próximos dos años provenga de economías en desarrollo y emergentes, donde, a pesar de que el carbón barato ha dominado el panorama, la energía solar y eólica siguen siendo competidoras relevantes.
Un factor incierto en el futuro de la demanda energética son los centros de datos. En Estados Unidos, las empresas de servicios públicos se enfrentan a proyecciones de demanda con márgenes de error significativos. Estas proyecciones pueden ser insuficientes y, por lo general, las empresas optan por ser cautelosas, lo que implica buscar más energía; algunas recurrirán a turbinas de gas y otras a la energía nuclear. Sin embargo, en los próximos años, y probablemente a largo plazo, la combinación de energías renovables con almacenamiento energético tendrá ventaja. Este tipo de soluciones es favorecido no solo por su menor costo, sino también por su modularidad, lo que permite su implementación a diferentes escalas y precios, lo que resulta atractivo para los inversionistas.