
Dentro del almacén automatizado donde los robots empacan tus compras.
Es posible que un robot haya sido responsable de empacar tu último pedido en línea.
El primer aspecto que se percibe en un centro de cumplimiento operativo por Ocado, una empresa que se dedica a la venta de alimentos en línea, es la notable quietud. En sus instalaciones en Luton, cerca de Londres, se siente la ausencia del ruido habitual de la maquinaria, motores o conversaciones. Solo se escucha un tenue zumbido de electricidad, lo que resulta casi surrealista en un espacio industrial donde la cantidad de robots supera a la de los humanos.
Ocado, que fue fundada en el año 2000, se ha sido pionera en la automatización del proceso de pedidos en línea, colaborando con cadenas como Kroger en Estados Unidos, Sobeys en Canadá y Morrisons en el Reino Unido, así como diversos clientes en Europa y Asia. El sector de la venta de comestibles tiene márgenes ajustados, y el incremento de los pedidos en línea ha llevado a las empresas a asumir costos adicionales relacionados con la selección, empaquetado y envío de productos.
En el corazón del proceso de Ocado se encuentra "la Grid", una red de pistas que ocupa la mayor parte del piso superior del almacén, donde cientos de robots, controlados por un sistema central, se desplazan para mover bandejas de productos como pan, conservas y comidas listas para garantizar su correcta distribución. La operación es tan automatizada que, desde un pasillo de mantenimiento, es difícil ver a otros trabajadores además de los que guían la visita. La supervisión humana es mínima y el soporte técnico se gestiona de forma remota.
A pesar de que la automatización no es un concepto nuevo para Ocado, su desarrollo continúa. Las recientes innovaciones incluyen los robots OGRP (On-Grid Robotic Pick), que ahora se encargan de empaquetar productos directamente. Estos brazos robóticos, equipados con ventosas, están diseñados para recoger artículos y empaquetarlos en bolsas junto con la ayuda de robots que les entregan los productos. Actualmente, el 40% de los productos de Ocado son empaquetados por estos brazos, y se prevé que esta cifra aumente al 80% en los próximos años.
Sin embargo, no todos los productos son aptos para ser automatizados. Ocado ha identificado que ciertos artículos, como botellas de vino y sandías, requieren intervención humana debido a su peso y fragilidad. Además, aunque la empresa está explorando la automatización en todas las áreas, se ha dado cuenta de que no es necesario eliminar por completo todos los trabajos humanos. En su lugar, busca optimizar tareas que son repetitivas y difíciles de cubrir.
A medida que la tecnología de Ocado avanza, la empresa se enfoca en desarrollar robots más ligeros y eficientes, lo que a su vez permite que el diseño de sus instalaciones sea más compacto y adaptable a diferentes tamaños. No obstante, el verdadero desafío radica en la creación de máquinas con inteligencia necesaria para resolver problemas complejos y adaptarse a imprevistos.
Aunque la automatización es el camino a seguir para el futuro de la logística de alimentos, Ocado no está recortando puestos de trabajo, sino que está en proceso de expansión y continúa abriendo nuevas instalaciones y aumentando su personal de soporte remoto. A medida que la empresa avanza, se espera que el rol humano sigua siendo vital en las tareas donde la robotización no puede llegar a cumplir eficientemente.