Cover Image for Probé la nueva máquina de refrescos de Smeg durante dos semanas: aquí hay tres aspectos que me encantan y una cosa que me asusta.

Probé la nueva máquina de refrescos de Smeg durante dos semanas: aquí hay tres aspectos que me encantan y una cosa que me asusta.

Dejando a un lado el miedo y la duda.

Smeg ha presentado su primer fabricante de soda, un lanzamiento que, al principio, no parecía despertar gran entusiasmo debido a la saturación del mercado de máquinas de hacer soda, como SodaStream. Sin embargo, mi percepción cambió al ver el producto en acción. He estado utilizando el Smeg Soda Maker en la oficina y he descubierto varias características resaltantes, junto con un punto que merece ser mencionado.

Uno de los aspectos más destacados es su diseño atractivo. A diferencia de otros productos de Smeg, este fabricante de soda tiene un estilo más moderno y se ofrece en cuatro elegantes colores: negro, blanco, teal y azul. A pesar de su aspecto contemporáneo, el logo distintivo de Smeg mantiene su identidad. Este aparato pertenece a la nueva colección Collezione, que incluye otros electrodomésticos modernos, pero todavía refleja la esencia de la marca. Funciona con un cartucho de CO2 que puede producir hasta 60 litros de bebidas carbonatadas, y es posible añadir sabor después de la carbonatación.

La portabilidad es otro gran beneficio. El Smeg Soda Maker no necesita electricidad ni baterías, lo que lo hace completamente analógico y fácil de transportar. Se opera simplemente girando el dial en la parte frontal para liberar CO2 en la botella reutilizable. Además, cuenta con un código QR debajo de la bandeja para brindar consejos sobre la preparación de bebidas.

En cuanto a la sostenibilidad, este fabricante incluye una botella reutilizable de 800 ml hecha de Tritan Renew, un material libre de BPA fabricado con un 80% de plástico reciclado. Esto no solo ayuda a reducir el desperdicio plástico, sino que también puede resultar más económico a largo plazo al evitar la compra de agua con gas embotellada. El aparato es compatible con varios cartuchos de CO2, algunos de los cuales se pueden rellenar.

Sin embargo, el uso del dispositivo no está exento de inconvenientes. Las instrucciones impresas son bastante imprecisas, lo que puede generar confusión. La única guía ofrecida es girar delicadamente el dial para menos burbujas o mantenerlo por más tiempo para obtener más efervescencia. Esto puede llevar a situaciones estresantes, especialmente si no se tiene experiencia con la carbonatación en casa. La falta de indicaciones claras puede resultar en intentos fallidos de conseguir la burbujeante perfecta.

En resumen, el Smeg Soda Maker es un interesante electrodoméstico que combina estilo, portabilidad y un enfoque hacia la sostenibilidad, aunque una mejora en las instrucciones podría ser beneficiosa para usuarios inexpertos.