
Cinco tendencias de desinformación asociadas a las protestas masivas.
A medida que las imágenes y videos de las protestas inundan la red, también aumentará la desinformación.
Después de varios días de protestas en contra de las acciones de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la intervención de fuerzas federales militarizadas en Los Ángeles, los residentes del centro de la ciudad todavía se encuentran bajo un toque de queda. Esta situación ocurre mientras el gobernador de California, Gavin Newsom, confronta al presidente Trump, quien ha enviado Marines a la área. En medio de esto, han circulado numerosos memes e información falsa viral.
La coalición organizadora "No Kings" ha planeado más de mil manifestaciones pacíficas para este fin de semana, coincidiendo con el desfile militar programado por Trump. Los grupos responsables de estos eventos se preparan para lo que afirman será la "protesta pacífica más grande de un solo día" en la historia del país. Sin embargo, algunos temen que puedan enfrentar una respuesta violenta por parte del estado y esfuerzos para socavar la cobertura mediática a través de desinformación viral.
Peter Adams, vicepresidente de investigación y diseño del News Literacy Project, destacó que las grandes manifestaciones son terreno fértil para la desinformación en línea, patrones que se pueden identificar antes de que los manifestantes lleguen al lugar. Según Adams, las protestas suelen surgir en torno a eventos altamente polarizadores y controvertidos, lo que activa las identidades políticas de las personas y afecta la manera en que reaccionan a la información en línea. A medida que la polarización en la sociedad estadounidense aumenta, estos efectos se vuelven más evidentes.
Organizaciones dedicadas a desmentir noticias e información errónea, como NewsGuard, han identificado numerosas publicaciones falsas, incluidas acusaciones de comentaristas conservadores sobre que Newsom había publicado una foto desactualizada o generada por inteligencia artificial de tropas de la Guardia Nacional. Estas publicaciones fueron impulsadas por el chatbot Grok de X, quien informó erróneamente a algunos usuarios que las imágenes, publicadas originalmente por el San Francisco Chronicle, eran antiguas.
Otros, incluyendo representantes de la administración Trump, contribuyeron a la confusión compartiendo citas mal atribuidas o completamente falsas de líderes federales e internacionales. Estos rumores, tanto de voces partidistas como de ambos lados, han intentado influir en la percepción pública y reformular la realidad a su favor.
Adams señala que la desinformación viral sigue patrones a lo largo del tiempo y es posible aprender a reconocerlos para protegerse de una serie de rumores dañinos. Sin embargo, con el avance de AI, el riesgo de errores y alucinaciones en los chatbots se incrementa, resultando en detalles desactualizados o incorrectos, especialmente en eventos de rápida evolución.
Además, el mito de los "manifestantes pagados" persiste, con acusaciones frecuentes de que algunos participantes son remunerados por asistir a las manifestaciones. Un anuncio falso que circuló en redes sociales reclamaba buscar "los más duros de la ciudad" para participar en las protestas, ofreciendo altas sumas de dinero.
Las alegaciones de que los manifestantes han colocado objetos como ladrillos por adelantado para incitar a la violencia son una "broma recurrente" en las manifestaciones masivas. Durante las protestas recientes, algunos afirmaron que hubo una organización detrás de la disposición de estos elementos, utilizando imágenes engañosas.
Además, el contenido de eventos pasados o ajenos se comparte con frecuencia para dar contexto erróneo a las situaciones actuales. Videos de protestas anteriores se viralizan para influir en la percepción pública, un fenómeno que ha sido evidente en muchas crisis, incluidas desastres naturales.
Recientemente, se ha observado que imágenes hiperrealistas de videojuegos se comparten como si fueran eventos reales, lo que complica la distinción entre realidad y ficción. El entorno informativo ha permitido que la desconfianza hacia las fuentes de noticias tradicionales aumente, un hecho que amenaza el funcionamiento democrático. Es imprescindible mantener la cautela respecto a las emociones y las fuentes no verificadas, siempre verificando la veracidad de la información antes de ampliarla.