
Todo lo que sabemos sobre el objeto interestelar 3I/ATLAS.
Un grupo de astrónomos ha hallado recientemente un objeto espacial en movimiento, el tercero de su tipo en atravesar nuestro sistema solar.
El 2 de julio, se anunció el descubrimiento de 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar que se ha observado en el universo. Estos objetos se encuentran en el espacio interestelar, que es la región entre las estrellas, y no están ligados gravitacionalmente a ninguna estrella. Los otros dos objetos interestelares previamente registrados son 1I/ʻOumuamua y 2I/Borisov.
La identificación de 3I/ATLAS se realizó el 1 de julio a través de un telescopio ubicado en Rio Hurtado, Chile, que es parte del Asteroid Terrestrial Impact Alert System, conocido como ATLAS. Este sistema, financiado por NASA y operado por la Universidad de Hawái, tiene como objetivo detectar asteroides que pudieran impactar la Tierra. Utiliza cuatro telescopios distribuidos: dos en Hawái, uno en Chile y otro en Sudáfrica, para escanear automáticamente el cielo varias veces cada noche y monitorear los movimientos celestiales.
Este objeto interestelar tiene un tamaño estimado de hasta 20 kilómetros y en este momento se encuentra a aproximadamente 670 millones de kilómetros del sol. Se aproxima a nuestra estrella desde la dirección de Sagittario a una velocidad de alrededor de 61 km por segundo, y se espera que esta velocidad aumente al acercarse al sol.
Al investigar su órbita, los astrónomos concluyeron que 3I/ATLAS se mueve demasiado rápido como para estar afectado por la gravedad del sol, lo que significa que atravesará el sistema solar y se dirigirá nuevamente hacia el espacio interestelar sin ser observado otra vez.
Aunque generalmente los cuerpos celestes reciben nombres de sus descubridores, en este caso, 3I/ATLAS toma su nombre del equipo de investigación ATLAS, con la "I" indicando que es interstellar, y el "3" que señala que es el tercer objeto de este tipo descubierto.
ATLAS inicialmente clasificó a 3I/ATLAS como una posible amenaza para la Tierra, pero NASA ha confirmado que no hay riesgo de colisión. Incluso en su acercamiento máximo a nuestro planeta, estará a unos 240 millones de kilómetros de distancia.
Se espera que 3I/ATLAS sea observable desde telescopios terrestres hasta septiembre. A finales de octubre, comenzará a entrar en la órbita interna de Marte y quedará oculto por la sombra del sol durante su paso más cercano. Sin embargo, se podrá volver a observar a principios de diciembre, cuando salga de la sombra solar.
Como un cometa activo, se anticipa que, al acercarse al sol, el hielo en su núcleo se sublima, formando una nube de gas y polvo llamada coma, o cola. Debido a su origen interestelar, 3I/ATLAS podría proporcionar información valiosa sobre los objetos en las regiones más lejanas del espacio, lo que ha despertado el interés de astrónomos de todo el mundo.