
Cortical Labs proporciona acceso semanal a computación con neuronas reales por menos del precio de una Nintendo Switch 2.
Con una inversión de $300 a la semana, podrás interactuar con neuronas reales cultivadas en un chip de silicio.
Cortical Labs, una startup australiana, ha presentado un innovador dispositivo conocido como CL1, considerado el primer computador biológico disponible comercialmente capaz de ejecutar código. Este equipo combina neuronas humanas cultivadas en laboratorio con hardware de silicio, orientándose hacia la investigación en neurociencia, biotecnología e inteligencia artificial.
Los interesados pueden adquirir una unidad CL1 por $35,000 o optar por el acceso remoto mediante un alquiler semanal de $300, acceso que ya está disponible a través de la plataforma denominada "wetware-as-a-service" de Cortical Labs.
Cada dispositivo CL1 contiene alrededor de 800,000 neuronas derivadas de células adultas reprogramadas. Estas neuronas son mantenidas con vida gracias a un sistema de soporte vital integrado que proporciona nutrientes y regula su entorno. Además, la comunicación entre las neuronas y su adaptación se realiza mediante señales eléctricas de menos de un milisegundo, lo que permite al CL1 procesar entradas y generar salidas casi de inmediato, ofreciendo así un nuevo enfoque para el estudio de la función cerebral.
Brett Kagan, Director Científico de Cortical Labs, explica que el dispositivo opera en tiempo real con código sencillo que interactúa a través de varias capas de firmware y hardware. "Los bucles de menos de un milisegundo leen información, actúan sobre ella y escriben nueva información en la cultura celular", añadió.
El CL1 es una evolución del proyecto DishBrain, en el que neuronas fueron entrenadas para jugar Pong en un entorno simulado. El nuevo modelo presenta canales de entrada mejorados, menor latencia de señal y mejoras en el hardware, lo que lo hace más adecuado para la investigación y aplicaciones comerciales potenciales. Ya se ha utilizado para restaurar funciones de aprendizaje en cultivos neuronales que modelan la epilepsia.
Este dispositivo tiene un consumo energético inferior al de los hardware de inteligencia artificial convencionales y es apto para aplicaciones como desarrollo de fármacos, pruebas de inteligencia artificial y modelado de enfermedades. Es importante que los compradores obtengan la aprobación ética para nuevas líneas celulares y operen dentro de un entorno de laboratorio.
Karl Friston, un neurocientífico teórico, considera que el CL1 es un "logro notable" y destaca que proporciona a los investigadores una plataforma práctica para poner a prueba teorías sobre el aprendizaje, el comportamiento y la función cerebral utilizando neuronas reales.