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Columbia utiliza inteligencia artificial para reducir las tensiones entre estudiantes.

La Universidad de Columbia ha iniciado recientemente pruebas con Sway, un programa de inteligencia artificial diseñado para facilitar debates entre estudiantes con posturas contrarias. Esta iniciativa surge tras más de dos años de crecientes tensiones entre los alumnos, la administración y el gobierno federal.

Columbia University ha comenzado a experimentar con Sway, un programa de debate basado en inteligencia artificial que se encuentra en fase beta. Esta herramienta, desarrollada por investigadores de Carnegie Mellon University, conecta a estudiantes con opiniones opuestas para mantener conversaciones uno a uno sobre asuntos polémicos, con el objetivo de facilitar discusiones más constructivas. Según Nicholas DiBella, un investigador postdoctoral involucrado en el desarrollo de Sway, cerca de 3,000 estudiantes de más de 30 universidades han utilizado esta aplicación, y Columbia podría ser una de las siguientes.

Esta iniciativa surge en un contexto de tensiones crecientes en Columbia entre estudiantes, administradores y el gobierno federal durante más de dos años. La universidad ha estado en el centro de múltiples controversias, incluyendo la expulsión de activistas pro-Palestina y diversas intervenciones policiales. En este sentido, el personal del Teachers College de Columbia está evaluando Sway para integrarlo potencialmente en su currículo de resolución de conflictos y en iniciativas de construcción de puentes.

Sway cuenta con un "Guía AI" en cada conversación, que plantea preguntas difíciles para mejorar el razonamiento de los estudiantes y sugiere reformulaciones para evitar lenguaje ofensivo. Un tema de debate ilustrativo mencionado en un video de introducción de Sway es si Estados Unidos debería priorizar los derechos palestinos y cesar el envío de armas a Israel. A pesar de que se solicitó un comentario a Columbia, no se recibió respuesta antes de la publicación de este artículo.

El interés de Columbia por utilizar Sway se alinea con un acuerdo de 200 millones de dólares alcanzado con la administración de Trump, diseñado para combatir el antisemitismo en el campus y que podría recuperar 1.3 mil millones de dólares en financiamiento federal. Este acuerdo exige a la universidad proporcionar datos significativos al gobierno federal, así como imponer reglas estrictas contra protestas disruptivas y reforzar la supervisión de estudiantes internacionales. Dentro de este contexto, la potencial colaboración con Sway se enmarca como un intento de fomentar un diálogo constructivo en el campus.

Desde dentro de la universidad, surgen críticas que sugieren que estas iniciativas buscan despolitizar conversaciones complejas, evitando el contexto histórico y político de los temas tratados. Un académico que prefirió mantener el anonimato afirmó que Columbia se está reformando para manejar controversias políticas y protestas como si fueran crisis corporativas.

Un grupo conocido como la Iniciativa de Participación de Liderazgo Estudiantil, que busca facilitar el diálogo entre estudiantes y administradores, ha llevado a cabo reuniones con un grupo selecto de estudiantes. El costo de esta iniciativa ha sido significativo, lo que ha llevado a la percepción de que la administración intenta apagar fuegos de manera superficial.

Sway también ha recibido financiación de diversas fuentes, incluyendo la comunidad de inteligencia de EE. UU., aunque DiBella aseguró que los datos compartidos son anónimos y públicos. Sway se está probando como un posible modelo para mejorar la comprensión mutua entre estudiantes, aunque algunos críticos dudan de su efectividad para abordar cuestiones políticas profundas y del impacto positivo que puede tener en el pensamiento crítico de los estudiantes.

El cuestionamiento sobre la efectividad de herramientas como Sway es relevante, sobre todo en el contexto actual donde se busca respuestas rápidas a problemas complejos. Los datos preliminares de Sway muestran que alrededor del 50% de los estudiantes afirma haber cambiado de opinión tras las discusiones, aunque este cambio no necesariamente se alinea con una mayor verdad, lo que suscita preocupaciones sobre la naturaleza de dicho cambio de opinión.

Adicionalmente, Columbia podría estar utilizando otras herramientas tecnológicas para evaluar convicciones estudiantiles, lo que ha despertado preocupaciones acerca de la influencia de la tecnología en las decisiones académicas y en la formación de las opiniones de los estudiantes.