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Clair Obscur: Expedition 33 y The Hundred Line: Academia de Última Defensa, una combinación ideal.

Clair Obscur: Expedition 33 y The Hundred Line: Last Defense Academy se complementan a la perfección, ofreciendo valiosas lecciones sobre cómo enfrentarnos a lo inevitable.

Desde su lanzamiento el 24 de abril, el mundo de los videojuegos ha estado en constante conversación sobre Clair Obscur: Expedition 33. Este RPG francés fue aclamado de inmediato como una obra maestra generacional, cautivando a los jugadores con sus visuales estilizados y un combate impresionante. Sin embargo, su característica más impactante es su narrativa emocional. Clair Obscur narra una conmovedora historia sobre el duelo colectivo, en la que una expedición se embarca en la misión de salvar a la humanidad de una plaga anual que amenaza con exterminar a todos en la Tierra. La trama trata sobre avanzar a pesar del dolor, lo que ha provocado numerosas lágrimas entre los jugadores.

No obstante, no fue el único juego que se lanzó el 24 de abril; también debutó The Hundred Line: Last Defense Academy, el más reciente título del equipo responsable de Danganronpa. Esta propuesta combina elementos de novela visual y tácticas, y presenta una ambición considerable con sus 100 finales que se despliegan a lo largo de una extensa duración de juego. No solo se posiciona como uno de los mejores del año, sino que complementa perfectamente a Clair Obscur. Ambos RPG abordan temáticas similares, aunque de maneras muy diferentes, rindiendo homenaje a la historia de los videojuegos. Si tu aventura en Clair Obscur está llegando a su fin, The Hundred Line es el acompañante ideal.

A primera vista, los dos juegos pueden no parecer comparables, pero están más conectados de lo que parece. Ambos abordan la inminente muerte de la humanidad a medida que un cronómetro avanza y un grupo lucha por salvar el mundo. En Clair Obscur, el conflicto proviene de la Paintress, un ser místico que aparece una vez al año para pintar un número en el cielo. Este número desencadena un evento llamado Gommage, donde todos aquellos que superen esa edad mueren. Con cada año, el número disminuye, lo que lleva a una expedición a intentar detener a la Paintress antes de que termine con todos. En cambio, The Hundred Line presenta una amenaza más envuelta en misterio, ya que comienza cuando un grupo de estudiantes es seleccionado en una escuela para proteger un arma de invasores alienígenas, con la advertencia de que su mal uso podría destruir el mundo. Este primer desafío se desarrolla durante 100 días, pero es solo el principio de una historia llena de giros y suspenso.

A pesar de sus sombrías premisas, ambos RPG ofrecen un rayo de esperanza. No se enfocan en rendirse ante la desesperación, sino en encontrar la voluntad de luchar por un futuro mejor. Clair Obscur rinde homenaje a los RPGs clásicos, enfatizando la importancia de la acción colectiva para avanzar en tiempos difíciles. Los miembros del equipo no son solo compañeros de batalla, sino un verdadero sistema de apoyo. Lograr contrarrestar un ataque enemigo como grupo activa un poderoso contraataque, y cuando un personaje cae en combate, los demás se agrupan para ayudar en lugar de quedarse inactivos.

Por otro lado, The Hundred Line adopta un enfoque más conceptual. La jugabilidad de 100 días actúa como una introducción a un giro narrativo que sorprende al final de este período, llevando al grupo a una desesperanza que anticipa su propio Gommage. En el punto más crítico, surge la inquietante pregunta: ¿qué pasaría si pudieras cambiarlo todo? Así, los jugadores tienen la oportunidad de regresar a través de la historia y explorar puntos divergentes que pueden alterar el desenlace. Esta mecánica de videojuegos les otorga a los jugadores la posibilidad de encontrar esperanza, convirtiendo el día 100 en un “final” y sugiriendo que el resultado obtenido puede no ser el mejor.

A pesar de que estos dos juegos son bastante diferentes, comparten un hilo conductor. Ambos giran en torno a las personas enfrentándose a la desesperanza mientras se acerca la extinción masiva, y están decididos a luchar tanto como sea necesario. El sacrificio es un tema central en ambas narrativas. En Clair Obscur, los jugadores descubren registros de todos los grupos previos que han caído en la misión, mientras que The Hundred Line es más explícito en este sentido, permitiendo a los personajes sacrificar sus vidas durante las batallas tácticas para desencadenar ataques devastadores que benefician al equipo.

Aunque Clair Obscur ha sido elogiado por su intensa narrativa emocional, muchos encuentran un poderoso mensaje también en The Hundred Line. A través de su humor y personajes divertidos, se presenta una reflexión sobre el poder que tenemos para cambiar lo inevitable, explorando decisiones que pueden reescribir la historia. Ambas experiencias ofrecen un viaje interactivo donde cualquier desenlace parece posible, permitiendo a los jugadores reflexionar sobre cómo sus acciones pueden impactar el futuro. Al cerrar la experiencia de Clair Obscur, considerar sumergirse en The Hundred Line podría ofrecer una rica continuidad de sus temas, jugando aún más con el lenguaje de los videojuegos.