
Los chatbots suplantan a estudiantes para obtener ganancias.
El ecosistema clandestino de inteligencia artificial que está generando confusión en las aulas universitarias.
Recientes informes sugieren que la implementación de chatbots en el ámbito educativo está llevando a la creación de "estudiantes fantasma" que afectan gravemente a instituciones académicas. Según un estudio, estos bots están utilizando suplantación de identidad para acceder a ayudas financieras, incluso participando en clases en línea y ocupando lugares que deberían ser para estudiantes reales.
En California, se han detectado más de 1.2 millones de solicitudes fraudulentas, con 223,000 inscripciones sospechosas de ser falsas. Este estado se ha convertido en un foco de atención debido a su gran cantidad de colegios comunitarios, lo que lo hace un blanco atractivo para los estafadores.
Los "estudiantes fantasma" no solo solicitan préstamos; también se han integrado a aulas virtuales, permaneciendo el tiempo suficiente para obtener los cheques de ayuda financiera. Muchos docentes han reportado que sus clases en línea están saturadas de bots, dejando a pocos o ningún estudiante auténtico.
Las pérdidas por fraude en California ascienden a al menos 11 millones de dólares en ayudas financieras a nivel local, estatal y federal, y son consideradas irrecuperables. La situación es aún más preocupante dado que los estafadores han mejorado sus tácticas, utilizando información obtenida de violaciones de datos, como nombres y números de seguridad social, para solicitar subvenciones y préstamos con credenciales reales.
Además, el Departamento de Ayuda Federal para Estudiantes ha experimentado una reducción de más del 20% en su unidad de investigación de fraudes desde octubre de 2025, lo cual ha limitado su capacidad para abordar el creciente problema de la delincuencia relacionada con la identidad.
La creciente sofisticación de estas estafas mediante el uso de inteligencia artificial plantea un desafío significativo para la seguridad en el ámbito educativo y requiere una vigilancia constante para proteger la integridad de las instituciones y sus estudiantes.