
La inteligencia artificial mejora la felicidad laboral, pero también genera ansiedad por la seguridad en el empleo.
Los usuarios de inteligencia artificial informan una mayor felicidad tanto en su vida laboral como personal.
Un estudio conjunto realizado por Jabra y el Instituto de Investigación de la Felicidad ha revelado que los trabajadores que utilizan inteligencia artificial (IA) a diario muestran un 34% más de satisfacción en sus empleos en comparación con aquellos que no la emplean. La investigación subraya la importancia de una comunicación clara respecto a las estrategias de IA dentro de las empresas; los empleados que están al tanto de la estrategia de IA de su compañía son 2.5 veces más optimistas sobre su futuro profesional.
Además, la implementación de IA en el entorno laboral ha contribuido a que los trabajadores experimenten un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral. Se ha observado que aquellos empleados felices son generalmente 4.5 veces más propensos a disfrutar de su vida fuera del trabajo.
Los datos indican que los usuarios frecuentes de IA logran alcanzar sus objetivos de manera más efectiva, acceden a oportunidades más avanzadas y muestran un mayor optimismo sobre la satisfacción futura en sus trabajos. Sin embargo, también enfrentan presiones adicionales para dominar herramientas, elaborar prompts y verificar los resultados obtenidos por la IA, lo que genera hasta un 20% más de estrés que los usuarios ocasionales. A pesar de que este leve aumento en el estrés puede reflejar un mayor compromiso, también podría aumentar el riesgo de agotamiento laboral.
La investigación señala que la lenta adopción de la IA puede estar limitando resultados positivos, ya que solo un 30% de los trabajadores considera que su empresa está realmente preparada para implementar IA de manera efectiva. Esta falta de preparación podría estar afectando la moral y aumentando la frustración, a pesar del interés y la disposición de los empleados hacia estas tecnologías.
Un hallazgo importante del estudio es que la IA trasciende su papel como una mera herramienta de productividad. El CEO del Instituto de Investigación de la Felicidad, Meik Wiking, argumenta que hay que comenzar a ver la IA desde una perspectiva psicológica, y no solo enfocarla en términos de productividad.
Además, el informe de Jabra propone un enfoque diferente sobre la preocupación de que la IA reemplace a los trabajadores humanos, sugiriendo que quienes no utilizan estas tecnologías podrían experimentar menos satisfacción en sus empleos.