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Un ingrediente que nunca pude transformar en un batido – hasta que probé esta poderosa licuadora.

Adiós a la determinación.

Las altas temperaturas suelen pedir un buen batido, y a pesar de haber probado numerosos licuadoras, un ingrediente ha sido un reto constante: las grosellas negras. Su presencia en una mezcla de frutas congeladas, junto con proteína en polvo, plátano y leche de avena, siempre termina dejando residuos molestos en el fondo del vaso y entre los dientes. Sin embargo, esta situación cambió al experimentar con el Beast Mighty 850 Plus, el primer dispositivo que realmente ha logrado triturar estas pequeñas semillas, resultando en un batido perfectamente suave.

El aparato está disponible en tres modelos: el Mighty 650, el 850 Plus y el Mega 1000 Plus, cuyas denominaciones reflejan la potencia de sus motores, mientras que el 'Plus' indica que incluyen varios recipientes, tapas y pajillas para preparar diferentes porciones. En mi caso, estoy utilizando el modelo 850 Plus, que viene con recipientes de distintos tamaños: 638 ml, 786 ml y 415 ml, además de tapas para beber, pajillas, cepillos de limpieza y la unidad de cuchillas, todo montado sobre una base que alberga el motor.

A pesar de su nombre intimidante, el Beast es muy sencillo de operar; apenas necesité consultar el manual de instrucciones. Simplemente se llena el recipiente con los ingredientes, asegurándose de no sobrepasar la línea de máximo, se coloca la unidad de cuchillas y se fija al motor con un giro rápido. En la parte frontal de la base, se indica con un LED el estado del aparato: naranja significa que está encendido sin vaso, blanco indica que está listo para mezclar, y verde que el proceso de mezcla está en curso.

Cuando la luz se vuelve blanca, un toque rápido en el botón inicia un pulso, mientras que mantenerlo presionado activa un ciclo de mezcla de un minuto. Aunque planeo medir el ruido durante la mezcla, mi primera impresión es que suena tan bajo como cualquier licuadora convencional. A diferencia de otras mezcladoras compactas que suelen tambalearse, el Beast se mantiene firme.

Pensé que podría necesitar dos ciclos para triturar completamente la fruta congelada, pero tras un minuto, la mezcla se veía suficientemente lisa. Volteé el aparato, retiré la unidad de mezcla, coloqué la tapa para beber y añadí una pajilla a través de su parte de silicona. El resultado fue un batido sorprendentemente libre de semillas, a pesar de la cantidad de pips que había añadido, lo que lo convirtió en un placer para disfrutar.

Esta experiencia positiva me anima a experimentar con recetas más complicadas en los próximos días. Mi única observación hasta ahora es que los recipientes de la licuadora tienen estrías verticales, que, aunque son estéticas, pueden ser un poco más difíciles de limpiar manualmente que un vaso de mezcla convencional. Sin embargo, según el fabricante, todos los recipientes, excepto la base de la licuadora, son aptos para el lavavajillas, lo que debería facilitar el proceso.

Estoy emocionado por continuar probando este dispositivo y ver si el Beast puede destacarse entre las mejores licuadoras disponibles en el mercado.