
Se avecina una nueva guerra fría por los minerales raros.
Los materiales de tierras raras no son tan escasos como se piensa.
La dependencia mundial de 17 minerales de tierras raras, que son esenciales en la producción de dispositivos electrónicos, vehículos eléctricos y equipos militares, está bajo amenaza debido a las acciones de China, el principal productor y refinador de estos materiales. Durante las últimas tres décadas, China ha dominado el mercado de extracción y refinación de estos minerales, utilizados en múltiples productos como automóviles y dispositivos tecnológicos. La disputa comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado, poniendo en riesgo la industria automotriz estadounidense.
Ambrose Conroy, fundador de Seraph Consulting, ha advertido que la situación podría volverse crítica en un plazo de 90 días. Se estima que más del 90 por ciento de la oferta mundial de estos 17 elementos proviene de China, lo que les da un considerable poder en el mercado. A raíz de los recientes aranceles de Estados Unidos sobre las importaciones chinas, el país asiático ha implementado controles de exportación más estrictos, obligando a las empresas a obtener licencias especiales para exportar minerales raros y específicamente para el neodimio, disprosio y terbio, fundamentales en tecnología hoy día.
Los imanes de tierras raras son cruciales para el funcionamiento de motores de vehículos híbridos y eléctricos, así como de sistemas de conducción avanzada, catalizadores y muchos otros componentes vehiculares. Sin embargo, la introducción de nuevas regulaciones en China podría llevar a una escasez de suministros. Empresas como Tesla, GM y Ford ya comienzan a notar restricciones en sus cadenas de suministro, aunque se espera que un reciente acuerdo facilite el acceso a permisos para exportaciones de materiales.
A pesar de su nombre, los minerales de tierras raras no son escasos, ya que se pueden encontrar en todo el mundo en concentraciones bajas. La dificultad radica en la separación de estos minerales, lo que genera altos costos de extracción y refinación, predominantemente realizado en China. Este país además utiliza disprosio, esencial para imanes permanentes que pueden resistir altas temperaturas, en varios sectores, incluida la industria militar.
La producción y el refinamiento de estos minerales suelen provocar una alta contaminación, generando reticencias en las naciones occidentales a involucrarse en procesos que afecten el medio ambiente. Las compañías automotrices han comenzado a expresar su preocupación por las repercusiones de las restricciones de exportación chinas. Los CEO de Rivian y Tesla han comentado sobre los desafíos que enfrentan debido a esta guerra comercial y cómo podría afectar a sus capacidades productivas.
Sin un cambio significativo, las tensiones comerciales continuarán afectando tanto a la economía estadounidense como global. A pesar de que algunos fabricantes están explorando nuevas tecnologías para reducir la dependencia de tierras raras, la revitalización de la industria de imanes en Estados Unidos enfrenta retos, como la falta de ingenieros y científicos especializados en este ámbito.
No es la primera vez que Estados Unidos se enfrenta a una crisis similar. En 2010, China impuso restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras a Japón, lo que generó una crisis mundial en los precios de estos productos. Sin embargo, la situación actual es más complicada; la demanda global de estos minerales es mucho mayor, y Estados Unidos depende en gran medida de China para su suministro.
La inversión necesaria para que Estados Unidos establezca sus propias capacidades de producción y refinación es considerable, y la perspectiva de que esto suceda rápidamente es limitada. Sin embargo, si se logra avanzar rápidamente en la creación de nuevas minas y en la construcción de infraestructura adecuada, aún podría llevar varios años. Mientras tanto, el futuro del sector automotriz, tanto para vehículos de combustión interna como eléctricos, podría enfrentar serias dificultades a medida que se desarrollen los cambios en la cadena de suministro.